miércoles, 19 de diciembre de 2018

DESTROZADO EL ARBA DE LUESIA

Un año más por estas fechas tenemos que lamentar y denunciar una mala práctica que se repite cada fin de año sobre muchos kilómetros de nuestra red fluvial.
Se trata de la típica intervención para terminar de gastar los presupuestos destinados a obras de emergencia en cauces. No voy a entrar en la necesidad y sostenibilidad de este tipo de obras, en mi opinión muy discutibles. Lo grave es que siempre haya presupuesto para ellas y que si este presupuesto no se gasta (porque no ha habido emergencias suficientes) se invierte en destrozar cauces de gravas sin motivo, sin control, sin proyecto y con unas técnicas burdas y chapuceras. Y esto se aplica en muchos cauces de la cuenca del Ebro (imagino que también en otras cuencas) y supone un deterioro geomorfológico y ambiental que no deberíamos permitir bajo ningún concepto, pues se está destruyendo el patrimonio de todos. En esta línea ya denuncié, por ejemplo, lo ejecutado en el Cidacos en Calahorra en diciembre de 2015 y también en noviembre de 2016.
Es necesario y urgente que el Ministerio para la Transición Ecológica tome cartas en el asunto y prohiba total y definitivamente estas malas prácticas. Y derive ese dinero a buenas prácticas de restauración fluvial, pues hay muchos proyectos que podrían financiarse con estas partidas.
En este caso, entre otros muchos ríos, le ha tocado también al Arba de Luesia. Lo sabemos porque nos han informado y hemos visto fotos. Pero cuántos otros ríos habrán sido masacrados en estas últimas semanas bajo la misma excusa lamentable y no tenemos la suerte de contar con personas responsables y sensibles que lo hayan denunciado.
En el caso del Arba de Luesia esta actuación de destrozo, consistente en sacar gravas de todo el lecho, dejándolo como una pista de aterrizaje, y acumulándolas en ambas márgenes, se ha realizado en varios tramos, uno de ellos Reserva Natural Fluvial (en concreto aguas arriba del puente de la carretera Luesia-Uncastillo, sector representado en la imagen extraída de Google Earth). La actuación se anunció en junio, sin especificar tramos, y ha implicado 3,8 millones de euros en toda la cuenca del Arba.
Es igual de denunciable el destrozo en toda la red fluvial afectada que en el tramo de Reserva. No se puede seguir actuando así en los cauces de gravas de nuestra cuenca. Va en contra de Directivas y del sentido común. Es una mala práctica obsoleta que debemos erradicar ya de nuestros ríos.
Pero la actuación dentro de una Reserva Natural Fluvial llama especialmente la atención y nos obliga a reflexionar. ¿Para qué sirve realmente esta figura? Y además nos encontramos, en este caso concreto, con uno de los pocos cursos trenzados que quedan en la cuenca del Ebro y era uno de los mejor conservados. El destrozo es enorme.
Desde este modesto blog, y espero que con el apoyo de organizaciones ambientales, exigimos al organismo de cuenca y al MITECO lo siguiente:
-Si se han llevado sedimentos que los devuelvan, que incorporen al cauce en los tramos afectados tantos como se han llevado.
-Todo lo que han acumulado en las dos márgenes que vuelvan a dejarlo urgentemente dentro del cauce, bien extendido y suelto, para que el río pueda movilizarlo en las próximas aguas altas y crecidas.
-Hay que reconocer públicamente el error y con carácter educativo y de sensibilización emitir una nota de prensa y un informe explicando a la población que este tipo de acciones son negativas y por qué y que no se van a volver a registrar. Esto es muy importante. No podemos permitir que la sociedad siga viendo como normales y adecuadas este tipo de acciones.
-Los responsables del Ministerio deben replantearse ya y para siempre esta financiación de malas prácticas y deben derivar las partidas presupuestarias hacia buenas prácticas de restauración.

martes, 14 de agosto de 2018

Tormentas del 12 de agosto de 2018. El caso de Villalba Baja (Teruel)

Sigue siendo imposible mantener este blog abierto y actualizado. El trabajo del día a día consume todo el tiempo. Y eso a pesar de las muchas ganas que entran con frecuencia de comentar tantas imbecilidades y aberraciones que se dicen y se hacen sobre nuestros cursos de agua.

Hoy, aprovechando las vacaciones, ya no he podido aguantar más. Es solo una noticia más, ni más ni menos preocupante que tantas otras, pero de nuevo un buen ejemplo para debatir en clase con el alumnado. Es una noticia en Heraldo de Aragón: https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2018/08/14/la-grava-arrastrada-por-una-rambla-corta-alfambra-desvia-cauce-1261952-300.html

Un caso real como la vida misma, con todos los ingredientes habituales, tan frecuentes: una tormenta importante (más que las de los últimos años, pero no rara), unas ramblas y ríos que funcionan (es su trabajo evacuar agua y sedimentos en estos casos), que llevan "arrastres" (¿cómo no van a llevar? las ramblas son sedimentos), una dinámica fluvial que debería ser admirada y respetada (pero que es despreciada y temida, lo habitual), una gran y exclusiva preocupación por los bienes socioeconómicos (pero, ¿qué hace el consultorio médico en zona inundable?) y por las fiestas del pueblo (el frontón inundado, horror), y por supuesto las soluciones más populares de siempre: hay que tener un "mantenimiento" en la rambla para que esto no vuelva a pasar, e incluso hacer en ella presas para sedimentos. Nadie se pone a pensar que hay elementos humanos mal ubicados y una ordenación del territorio inaceptable e inadaptada al peligro natural. La rambla y el río han hecho lo que tenían que hacer. No se puede seguir enfocando la gestión del territorio con una perspectiva como la que presenta el artículo. Hay otras soluciones desde la gestión adaptativa.

No hace falta comentar mucho más, es otro ejemplo de libro. Y el enfoque de la noticia en la prensa también es de manual y demuestra una vez más el desconocimiento, la falta de documentación y los intereses, todo lo cual sesga totalmente la noticia, que por supuesto es mala malísima para cualquier lector. Para mí es una maravilla que las ramblas del Alfambra sigan funcionando así.

Vamos a ver unas capturas de Google Earth:


Véase el núcleo de Villalba Baja junto al valle lleno de choperas del Alfambra. Aguas arriba, al norte del pueblo, se ve salir la rambla culpable esta vez con sus sedimentos. ¿Cómo no va a desviar el Alfambra? Así ha sido durante milenios. Aguas abajo del pueblo se observa otra rambla con la misma mala costumbre.


Salida al valle del Alfambra de la rambla culpable. A mí hay elementos humanos que, la verdad, no me cuadran mucho. Vivan la ordenación del territorio y la gestión del riesgo de inundación. Esto es Españññña.


Esta es la chopera del Alfambra justo frente a la desembocadura de la rambla culpable. Imagen de 2014. Restos claros de crecida que demuestran que el Alfambra se desborda aquí con frecuencia y facilidad.


El Alfambra en Villalba Baja. Parque infantil en zona inundable, magnífica ubicación. Luego tienen la culpa las tormentas, las crecidas, las gravas de la rambla, las del río, etc., etc., etc. Otra imagen típica de cualquier pueblo de Españistán.


Tras el camión, el frontón. ¿Qué tiene de raro que se inunde? Por cierto, si el puente se ciega es porque está mal hecho. Hagan ya un puente mayor y más elevado, correctamente dimensionado para el paso del agua y de los sedimentos en crecidas extraordinarias. No hay otra solución.

Para terminar, pido disculpas a los vecinos y afectados de Villalba Baja por habérmelo tomado con cierto humor (fruto de mi enfado y desesperación ante estos temas). Es solo un caso más y los tenemos mucho más graves. La culpa y la responsabilidad no es de los vecinos ni de la rambla ni del Alfambra. Es de los gestores del territorio, que durante décadas no han sabido ni han querido, ni a nivel local ni autonómico ni estatal, adecuar los usos del suelo al riesgo de inundación ni adaptarlos a la dinámica fluvial, ni en Villalba Baja ni en ningún otro sitio.


viernes, 4 de mayo de 2018

CARTA ABIERTA DEL GEOFORO AL PRESIDENTE DE ARAGÓN


Noticia en AraInfo:
El Geoforo por Una nueva Cultura de la Tierra aconseja a Lambán que lea revistas científicas
http://arainfo.org/el-geoforo-por-una-nueva-cultura-de-la-tierra-aconseja-a-lamban-que-lea-revistas-cientificas/

Reproducción de la carta abierta:

CARTA ABIERTA del GEOFORO POR UNA NUEVA CULTURA DE LA TIERRAa D. JAVIER LAMBÁN, PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE ARAGÓN


Estimado Sr. Lambán:

Queremos expresarle respetuosamente la sorpresa que nos ha causado su respuesta al diputado de las Cortes de Aragón, Sr. Escartín, sobre la problemática de las crecidas del Ebro: “hable con el alcalde de su pueblo y no lea tantas revistas científicas”. 

Cuando los científicos aragoneses reclaman mayor atención de las adminis­tra­ciones públicas a la investigación pudiera parecer que sólo están pidiendo recursos materiales para desarrollar su tarea. Y cuando las administraciones hacen un esfuerzo para proporcionar esos recursos parece que ya con ello cumplen la cuota de ‘atención’ que se les requiere. 

Esto no es así. Quienes nos dedicamos a la investigación, sacando adelante proyec­tos con voluntad y esfuerzo incluso cuando no hay dinero, aspiramos ante todo a que nuestros avances científicos den un servicio a la sociedad. No tendría mucho sentido que nuestros gobernantes dedicasen dinero público a financiar una actividad cuyos resultados no tienen para ellos ningún valor. Por tanto, aspiramos a que el conocimiento científico sea aprovechado al máximo por quienes han de tomar decisiones para que éstas sean lo más acertadas posible.

El conocimiento científico queda recogido en publicaciones de distintos tipos (libros, revistas, actas de congresos) donde, tras pasar diversos filtros, revisiones  y contrastaciones, los resultados de la investigación salen a luz. En ese momento el conocimiento queda pública y democráticamente accesible a todo el mundo, y puede ser conocido y usado tanto por el especialista como el político o el ciudadano de a pie. 

Entendemos la dificultad que entraña siempre la toma de decisiones políticas, empezando por las de alcaldes de pueblos pequeños y terminando por las de presidentes de gobiernos. Y nos merecen todos los respetos los primeros en cuanto depositarios de saberes populares que, en muchas ocasiones, se incorporan (¿por qué no?) a las bases de datos científicos. Creemos que los diputados y los gobernantes deben, efectivamente, escuchar a los alcaldes. Pero también les aconsejamos (¿por qué no?) que lean revistas científicas, que escuchen a los científicos, que tengan en su justo valor los saberes adquiridos mediante el método científico.Y les aseguramos, no sólo que no “se van a perder” por ello, sino que tal actitud reportará reconocimiento de quien lidera las decisiones políticas. Y sólo así podremos abordar con rigor las situaciones que se generan con las habituales crecidas del río Ebro, evitando medidas de alto coste económico y ambiental y de dudosa eficacia a medio y largo plazo. 

Zaragoza, 4 de mayo de 2018

jueves, 3 de mayo de 2018

Y LAS AGUAS VUELVEN A SU CAUCE

Conforme van pasando los días, la crecida del Ebro va perdiendo protagonismo en los medios y las personas van/vamos perdiendo el interés también. Más de 4.000 visualizaciones tuvo mi entrada "Desconocimiento fluvial" del 18 de abril y solo 87 visualizaciones y ningún comentario la del 23 de abril "Seguimos con la crecida".
Como sigo a tope de clases, prácticas de campo, proyectos, dirección de trabajos, etc., no puedo ahora explicar más aspectos de por qué los dragados no y por qué dar espacio al río sí. Además hay tanto escrito sobre el tema por tantos expertos que cualquier persona interesada puede informarse perfectamente.
Quiero zanjar (por ahora) este tema de la crecida reproduciendo aquí dos excelentes artículos. Esta vez yo no he intervenido en la prensa y no he escrito nada públicamente al margen de lo expuesto en este blog. Afortunadamente muchas personas y colectivos lo han hecho, explicando lo mismo que yo habría explicado, y lo han hecho mucho mejor que yo. Quiero agradecer que hayan salido a la palestra y hayan contribuido clara y eficazmente a hacer entender la realidad.
Los dos artículos que he seleccionado son la entrevista a Luis Tirado de SEO/Birdlife en AraInfo (25 de abril) y el de Néstor Jiménez Torrecilla (Ebronautas) en Eldiario.es (1 de mayo). Como digo, son excelentes y resumen perfectamente todo lo que debemos saber de las inundaciones y cómo trabajar en su gestión de cara al futuro.


lunes, 23 de abril de 2018

SEGUIMOS CON LA CRECIDA

En próximos posts explicaré con más detalle las cuestiones que se han ido planteando en los últimos comentarios. Muchas gracias por leer este blog. En este momento contabilizo 3.655 visitas al último post “Desconocimiento fluvial” y 43.043 al “best-seller” ¿Por qué NO hay que limpiar los ríos?”, que es de hace ya 5 años pero se está volviendo a leer con interés, y no solo a orillas del Ebro.

Unos días después de la crecida lo que más me ha llamado la atención son las propuestas contrapuestas del Gobierno de Aragón y de la Confederación Hidrográfica del Ebro. 

El Gobierno autonómico quiere tirar la casa por la ventana (con apoyo estatal) y habla de 80 millones para dragar el Ebro. He oído a tertulianos que dicen que puede ser una buena inversión, ya que en 3 años se amortizaría, lo cual, sinceramente, me ha producido risa y sonrojo. Vamos a ver: dragar es inútil y por tanto hay que dragar todos los años o incluso varias veces al año, porque todos los años se superan durante bastantes días los caudales mínimos para mover los sedimentos y rellenar los huecos. O sea, 80 millones de euros cada año para no evitar (porque no las van a evitar, porque en las primeras horas de la crecida los huecos, o las islas que quitaran, ya están rellenados) pérdidas de 25 millones cada 3 años. En 10 años 800 millones invertidos más 75 millones de pérdidas no evitadas de las 3 posibles crecidas ¿Esto es rentable? ¿En qué cabeza cabe? Como dije en el post anterior, sería un error mayúsculo que pasaría a la historia.

Mientras la CHE, demostrando el alto nivel de sus técnicos, y en palabras de su presidente, reconoce que dragar no es la solución y la descarta como medida. Esto es coherente con los resultados de sus trabajos hidrológicos y con lo expuesto en el plan de gestión del riesgo de inundación aprobado en Europa. Apoyo totalmente la postura de la CHE, que demuestra verdadero conocimiento del río.

Los técnicos del servicio de Hidrología de la CHE han estudiado a fondo los caudales de las últimas crecidas, con metodologías cada vez más exactas en la medición, y han revisado y modificado los datos de las mismas en los últimos 20 años. El resultado es coherente y confirma cuatro aspectos fundamentales: 

1) Que las últimas crecidas de 2003, 2015 y 2018 han sido todas ellas extraordinarias (debo rectificar, por tanto, lo que expresé hace dos posts, cuando señalé que la crecida de 2018 ha sido ordinaria, me basé en unos cálculos comparativos que quedan totalmente modificados con las cifras revisadas de las crecidas anteriores; por ejemplo, calculé un periodo de retorno de 3 años que, al cambiar los datos de las crecidas anteriores, pasa a ser de 8 años); 

2) Que las crecidas antiguas estaban claramente sobredimensionadas, como ya sospechábamos (aquí no se aventuran aún a corregir datos, pero muy probablemente la crecida de enero de 1961 no pasó de 3.500 m3/s en Zaragoza, en vez de los 4.130 m3/s que se midieron entonces); 

3) Que por tanto es falso el bulo (eternamente reiterado por los demandantes de limpiezas y dragados) de que ahora con menos caudales hay más inundaciones, por la sencilla razón de que los caudales de las 3 últimas crecidas no son menores sino similares e incluso en algunos casos mayores que los de las crecidas antiguas.

4) Que no ha habido un relleno del cauce por sedimentos y si lo ha habido no ha influido de ninguna manera en incrementar los procesos de inundación. De esto seguiré hablando en próximos posts.

Coloco a continuación los nuevos datos aportados por la CHE, procedentes de una comunicación oficial que sus técnicos nos pasaron la semana pasada.


miércoles, 18 de abril de 2018

DESCONOCIMIENTO FLUVIAL

Por muy virales que se hayan hecho, las declaraciones de un alcalde ribereño tras la crecida del Ebro se basan en tres afirmaciones erróneas: que “en las últimas crecidas se están produciendo más inundaciones”, falso, que estas inundaciones se deben a que “el cauce no está limpio”, falso, y que “antes no había inundaciones porque se extraían gravas para la construcción”, falso. Me sorprende que los ribereños sigan con este mantra cuando toda la historia demuestra que esas tres afirmaciones son rotundamente falsas: siempre ha habido inundaciones (en todo caso afectan más a unos pueblos o a otros en función de dónde se rompen las motas), el cauce se está encajando en más puntos que en los que hay acumulaciones (lo comprobamos de forma fehaciente en trabajos de campo), y antiguamente se extraían gravas del río y el río se desbordaba igual, y lo hacía con la misma frecuencia que ahora. No hay más que consultar los archivos de la Confederación o las hemerotecas.

Me llama la atención también la alegría con la que las periodistas del programa televisivo se tragaron el ejemplo del vaso de agua lleno de piedras. Los niños de primaria comprenden que en un río hay corriente y por tanto las gravas se movilizan y desplazan, cosa que no ocurre en un vaso. La visión estática del río frente a la realidad dinámica es una prueba más del enorme desconocimiento del funcionamiento fluvial de esta sociedad, que ha aplaudido hasta con las orejas estas ocurrencias televisivas.

Hoy, llevado por un “clamor popular” según sus declaraciones, el presidente de Aragón ha pedido al del Estado una millonada para limpiar (dragar) el Ebro. Por mucho clamor popular, por muchos retweets, por muchos comentarios anónimos en el Heraldo que reciban, el alcalde ribereño y el presidente aragonés se equivocan profundamente.

Dragar (limpiar) nunca fue una solución. Los dragados de los últimos años en Gallur o Cabañas o  los sucesivos urbanos en Zaragoza solo sirvieron para tirar el dinero. Ha quedado demostrado de sobra en las crecidas siguientes, que se han desbordado igual que si no se hubiera dragado.

Existen numerosos trabajos científicos que demuestran la inutilidad de los dragados en ríos como el Ebro. En una famosa entrada de este blog ya expliqué por qué el 25 de enero de 2013: “PORQUÉ NO HAY QUE LIMPIAR LOS RÍOS”. Esta entrada ha recibido hasta la fecha 42.580 visitas, ha sido reproducida en numerosos blogs y revistas y ha sido citada en varios artículos científicos de impacto. Se ahondaba el tema en otras entradas, como por ejemplo en “SÍSIFO Y LOS SUMIDEROS DE ÁRIDOS” de septiembre de 2013 o en la “NOTA DEL CIREF CONTRA EL DECRETAZO PARA DRAGAR EL EBRO” del 10 de marzo de 2015. Creo que es el tema que más he tratado en este blog.


Así que no voy a volver a repetirlo. Espero que el Gobierno de Aragón no haga el ridículo tirando el dinero de todos empecinándose en una medida que, por popular que sea y al margen de su impacto ambiental, es inútil. El río una vez más lo demostrará. Que los responsables públicos cuiden de verdad a los afectados con medidas inteligentes y efectivas como la ordenación del territorio, que saben de sobra que son las adecuadas. Los afectados no se merecen medidas inadecuadas como los dragados, que solo repiten errores del pasado.

domingo, 15 de abril de 2018

2018: LA CRECIDA DE LA REPÚBLICA


Nueve meses después, aprovecho una crecida ordinaria del Ebro para volver de mi silencio. Hablar de ríos me parece incluso frívolo cuando tendríamos que estar protestando y luchando contra la involución democrática, contra tantos ladrones y sinvergüenzas, contra los másteres falsos, contra los delirios de algunos jueces, contra los medios que callan, contra los que desprecian la educación pública y la investigación, contra los que obstaculizan cada día más nuestros derechos a decidir y a expresarnos libremente.

Cuidado, quizás estoy hablando más de la cuenta. Voy a volver a centrarme en los ríos. Y hoy toca hablar de la crecida del Ebro. Es ordinaria, unos 3 años de periodo de retorno, normalita, extraordinariamente buena para limpiar el río, dinamizarlo, renovarlo. Esta vez no he podido ni he querido intervenir en los medios, la he seguido desde la barrera. Y estoy contento porque he visto prudencia y racionalidad, incluso en las declaraciones de los más radicales. Creo que se ha dado un paso a mejor desde la crecida de 2015.

La crecida parecía que venía extraordinaria. Mejor, porque así se ha prevenido y se ha actuado muy bien, con anticipación, desalojando con tiempo a los ancianos de Monzalbarba, a las urbanizaciones y construcciones alegales y a los animales de todas las granjas, todo lo que falló en 2015. Muy oportuna también la suspensión de diferentes actividades en Zaragoza, muy buena gestión en general. Habrá problemas con el freático alto en edificios concretos, pero es inevitable, nos hemos metido en el río y tenemos que apechugar.

Los recintos de inundación y las motas retranqueadas han funcionado muy bien en la Ribera Alta y se ha producido una laminación considerable entre Castejón y Zaragoza. No así aguas abajo de la ciudad, donde probablemente habrá daños mayores. Es hora ya de que la Reserva natural de los Galachos se convierta en la gran esponja de la Ribera Baja. Hay que eliminar las motas de este espacio protegido y convertirlo por fin en lo que justificó su declaración: un espacio para la dinámica fluvial.

Los medios están dedicando mucha información, como siempre. Me sorprende que un evento tan frecuente y tan normal en la vida del río y de los ribereños siga siendo tan mediático. Eso sí, como hay pocos daños, no está habiendo tanto dramatismo en las crónicas. Pero ningún medio habla de los beneficios de la crecida, eso nunca. La idea general es, como siempre, de “mala noticia”, cuando tendría que ser todo lo contrario. La sociedad no ve todo lo bueno que nos trae la crecida, antes se solidariza con los esta vez pocos afectados. En fin, siempre fue así y siempre será así. Lo mismo que la fiesta de los zaragozanos asomándose a las orillas. Nunca tanta gente en el río como hoy.


La crecida del Ebro de 2018 ha venido para celebrar el día de la República, 14 de abril. Ha venido para reivindicar la memoria histórica de tantos asesinados, un olvido que tampoco podemos permitir. Por cierto, el título del post quiere tener doble sentido.