miércoles, 27 de marzo de 2013

El calvario del río Gállego, mártir de la mala gestión del agua


Hoy la Sociedad Española de Ornitología ha publicado un excelente y sintético artículo sobre la problemática del río Gállego.
http://www.seo.org/2013/03/27/el-calvario-del-rio-gallego-martir-de-la-mala-la-gestion-del-agua/
Y hoy he disfrutado del curso bajo del Gállego en una excursión con el Centro de Formación Río Gállego. Este tramo se mantiene muy vivo gracias a la crecida de octubre de 2012, que dinamizó y rejuveneció sus procesos hidrogeomorfológicos y ecológicos. Algo tenemos que hacer por salvar este valioso sistema fluvial tan dañado desde su cabecera y tan amenazado por proyectos como Biscarrués o Almudévar, pero que todavía hoy nos aporta tantos valores ambientales a los habitantes de Aragón.

jueves, 14 de marzo de 2013

Mularroya y el impacto ambiental

Esta semana el Tribunal Supremo ratificó íntegramente la sentencia de la Audiencia Nacional que anula el proyecto y la Declaración de Impacto Ambiental del embalse de Mularroya. Se ubica en la provincia de Zaragoza, la presa y el embalse afectan al río Grío y el agua se derivaría desde el río Jalón.
Está claro que los impactos que provocaría este embalse son irreversibles sobre zonas protegidas de Red Natura 2000, de ahí la sentencia que anula el proyecto. Y esto sin tener en cuenta los gravísimos impactos geomorfológicos en el río Grío, mucho menos valorados en el estudio de impacto ambiental.
Lamentablemente hace años que se iniciaron las obras y la propia presa, que está a medias, de manera que los daños en el cauce del río Grío son ya enormes. Aquí se ha cometido, por tanto, un grave error y un enorme despilfarro de dinero público. ¿Cómo se inician unas obras cuando el EIA señala impactos irreversibles y con una DIA sometida a un proceso judicial?
Lo más curioso del caso es que todos los partidos políticos con representación en Aragón están a favor del proyecto y se llevan las manos a la cabeza porque uno de los pocos embalses que cuentan con consenso político no se pueda realizar. Para nada les preocupa el hecho (innegociable políticamente) de que hay unos impactos ambientales que impiden el proyecto. Una vez más se desprecia todo el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. Y claro, en consonancia con esta posición política, la Confederación Hidrográfica del Ebro, lejos de descartar el pantano y restaurar todo lo que se ha estropeado ya con las obras, anuncia que va a redactar urgentemente un nuevo proyecto que pueda superar con rapidez una nueva declaración de impacto ambiental.
¿Qué les cuento a mis estudiantes en las clases sobre la evaluación de impacto ambiental? ¿Que todo es una gran mentira? ¿Que los políticos y gestores quieren declaraciones de impacto a la carta y a su gusto para poder ejecutar sí o sí ciertos proyectos? ¿Que si una vez sale mal se hace una segunda vez y las que haga falta? Los espacios naturales dañados están ahí y van a seguir estando ahí. La presa, aunque la hicieran con los métodos más avanzados y respetuosos va a destrozar dos ríos. Por favor, un respeto por el procedimiento de evaluación de impacto ambiental, que afortunadamente existe, es obligatorio, debe ser serio y científico y, les guste o no a los políticos del consenso, debe ser vinculante.