martes, 10 de enero de 2017

MADERA MUERTA, UN GRAN VALOR DEL EBRO EN LOGROÑO

Estuve no hace mucho en mi ciudad natal y pude disfrutar de la acumulación de madera muerta dejada por las crecidas en el bosque de ribera de El Sotillo, enclavado junto al casco antiguo de Logroño. Ese depósito de sedimento leñoso es una maravilla, como puede observarse en la fotografía de mi colega Paulina Espinosa. La crecida de 2003 ya dejó una acumulación muy notable. No sé si lo que vemos en la actualidad corresponde ya a la crecida de 2015. Probablemente la madera más antigua ha ido deshaciéndose e incorporándose al suelo, enriqueciendo el hábitat del soto.

Me parece magnífico que Logroño respete este sedimento leñoso y lo mantenga ahí. Es un gran ejemplo, teniendo en cuenta el infundado desprecio generalizado y el ridículo temor de la sociedad por la madera muerta. Debe ser aprovechado por los docentes riojanos para explicar los valores de la madera muerta, su función en el ecosistema, el hecho fundamental de que forma parte del río, de que también es río. Pero precisamente me han llegado rumores de que se ha debatido en el Ayuntamiento porque había solicitudes ciudadanas para quitarla, para "limpiar". Me temo cuál será la decisión, teniendo en cuenta el analfabetismo fluvial de nuestra sociedad y de nuestros gestores.

En fin, "toco madera", a ver si esa maravilla se deja ahí, en el río, donde tiene que estar.


Sobre este tema es muy recomendable el informe de Moraia Grau "¿Ríos "sucios"? Troncos y material leñoso para unos ríos con vida", publicado por AEMS Ríos con Vida, que se puede consultar en este enlace:

http://es.calameo.com/read/004047217dd322a5db10e