Disfrutamos estos días de una pequeña crecida en el curso
medio del Ebro. Crecida muy beneficiosa, más bien rápida, limpia, en la que el
río está funcionando bien y va realizando su trabajo moviendo gravas, renovando
ambientes, inundando lo que tiene que inundar. Ya era hora, y espero que no sea
la última, lo agradeceremos en el próximo verano.
Ayer temprano me entrevistaron para Radio Zaragoza,
presentándome como “la voz del río”, lo cual me llenó de orgullo, aunque luego
apenas me tuvieron un minuto.
Acabo de ver una tertulia de ¿periodistas? en la televisión
aragonesa sobre el tema. Ha sido vergonzoso, la ignorancia sobre el río es
extrema. Lo de siempre: hay que limpiar, pobres afectados que no se les da
soluciones, no se puede confiar en la suerte, etc. etc. Estoy hastiado de esta
ignorancia, que se extiende a toda la sociedad porque en los medios (la fuente
educativa principal) solo se ofrece esta versión equivocada, casposa y
ridícula.
Y claro, los políticos aprovechan y se suben a la ola. La
CHE y el Gobierno de Aragón prometen una limpieza general del cauce en 2015
porque esperan superar las trabas ambientales,
y lo dicen así de claro, seguros de que tienen la sartén por el mango.
Por supuesto que les daremos guerra. A ver si consigo tiempo
para escribir (tengo para un libro muy gordo), para contar a los que se dejen
(que serán pocos) cómo funciona el río y cómo hay que tratarlo, y para medir
barras y gravas en el Ebro, ese gran patrimonio siempre despreciado, antes de
que se las lleven las máquinas.