El Gállego ha vivido una crecida ordinaria el pasado día 24 y nos ha vuelto a mostrar su vitalidad y su búsqueda de libertad en su curso bajo. Ha movilizado sedimentos, ha reconstruido algunas barras, ha erosionado alguna que otra margen dejando ver los viejos escombros zaragozanos sobre los que muchas de sus orillas se construyen, y ha luchado en su desigual pulso contra la excesiva colonización vegetal que estabiliza un río tan regulado. El Gállego siempre pelea así, a pesar de su excesiva regulación, en cada crecida de las pocas que los embalses le dejan. Y el resultado es una dinámica natural que enriquece su diversidad y que lo convierte en un tesoro de la naturaleza zaragozana, envidiado por su padre Ebro, mucho menos libre.
El Gállego ha aprovechado también su crecida para protestar contra una mala actuación que lo constriñó en el verano de 2015. Escribimos sobre ello en septiembre de 2015: http://river-keeper.blogspot.com.es/2015/09/contradicciones-y-gaviones-en-el-rio.html. El Gállego ha roto los gaviones que se colocaron, porque quiere ser libre y necesita erosionar en esa orilla. Mala suerte para el río que por ahí se haya trazado un camino ciclable. Mala suerte para el camino ciclable que el Gállego se empeñe en recuperar su sitio, y se empeñará en cada crecida.
Los gaviones se han descalzado y desparramado como se observa en la foto que he tomado esta tarde. Me da igual la razón técnica e hidrodinámica del proceso. Lo importante es darnos cuenta de que ese es un espacio del río que no debemos invadir, en el que el río habla claro. Lo siguiente es preguntarnos qué vale más, el río o el camino ciclable. Y por último, habrá que tomar una decisión. Espero que no se opte por reforzar los gaviones o una lamentable escollera para tratar de mantener el camino. Espero que la decisión sea dar más espacio al río, alejar el camino de la orilla (aunque sea a costa de echar atrás los límites del terreno hípico, que no olvidemos que es, o debería ser, Dominio Público Hidráulico) y permitir que el río erosione ahí porque lo necesita para desarrollar su dinámica en ese tramo.
Alfredo, el camino ciclable carece de importancia, incluso el camino de comunicación no cerrado al tráfico de vehículos.
ResponderEliminarÚnicamente recordar que antes del centro hípico transita un colector de margen, ce cierta importancia que habría de rectificarse en su trazado, condicionado a las pendientes.
Un saludo, Luis
Gracias Luis. Es un problema en ambas márgenes del Gállego la presencia de estos colectores. ¿No hay ningún proyecto para desviarlos o alejarlos del cauce? Saludos.
ResponderEliminarSobre este tema de los colectores, hace una década en las mesas de trabajo de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos se concluyó lo siguiente:
ResponderEliminar"Redes de servicios, colectores y gasoductos en ningún caso deberían circular por los cauces fluviales o junto a ellos, por cuanto consolidan las orillas e impiden la movilidad."
El problema de los colectores que circulan a lo largo de nuestros ríos debe ser afrontado de forma necesaria y urgente. Son un impacto grave, tanto ambiental como en el riesgo. Me vuelve a surgir la misma pregunta que con el camino: ¿Qué vale más, el río o el colector? Desde la ordenación del territorio y el planeamiento urbanístico hay que buscar soluciones. Todos los colectores que circulen dentro del espacio fluvial y del dominio público hidráulico deberán ser desviados. Hay que comenzar a trabajar en ello.