A continuación el texto de mi intervención:
1. Algunas ideas generales y percepciones
-El río no es el culpable. La llanura de
inundación es el río. Las gravas y la vegetación son el río. Las aguas
subterráneas que hay debajo también son el río. Si estamos en la llanura de
inundación de vez en cuando nos vamos a inundar. Siempre habrá crecidas e inundaciones, no se pueden evitar.
-Las crecidas aportan
múltiples beneficios: fertilización
(también del mar), limpieza, depuración, recarga del acuífero, distribución de
sedimentos, freno de la vegetaci ón, freno de invasoras, etc. Un río
sin crecidas se muere. No se deben
evitar, tendríamos graves problemas. Y el Ebro medio y sus crecidas son un
patrimonio natural de gran valor.
-Las crecidas de enero a marzo de 2015 no
han tenido un comportamiento extraño. Ha habido antecedentes similares. Han
generado inundaciones esperables de acuerdo con el caudal y la elevación del
freático, que explica la no laminación a pesar del desbordamiento. Podemos situar
el periodo de retorno entre los 7 y los 10 años.
-Cada crecida
del Ebro es diferente y se comporta diferente en cada km de río. Hay muchísimas
variables implicadas. Para las
consecuencias no nos podemos guiar solo por las puntas de caudal.
-La crecida ha
sido muy mediática. Se ha pedido
continuamente la “limpieza” o dragado como en todos los ríos y todas las
crecidas. Ha habido sensacionalismo y también mucha opinión científica. Y
conflictos entre administraciones.
-En esta crecida las defensas han funcionado mal, como
siempre.
-El río ha
evolucionado y es algo más peligroso
por nuestra culpa. Es más estrecho, constreñido por las defensas. Donde rompa
la defensa hará más daño. Hay más vegetación dentro del cauce por culpa de los
embalses. Ahora hay menos crecidas pero
son más lentas y duran más días, por la gestión de embalses y por las motas.
-En Zaragoza el río es diferente, más estrecho (2,9 km frente a 4
km de media) y con el doble de pendiente. Por eso cabe mejor, pero se ha
construido en exceso dentro del río y también hay y habrá problemas.
2. Propuestas
-Vivimos en un territorio de riesgo. Por tanto,
necesitamos:
1) una ordenación territorial y urbanística
especial (ahora no existe)
2) compensaciones económicas y fiscales
por vivir en este territorio
Asumir, por
ejemplo, que los cultivos deben inundarse para que no se inunden pueblos.
-Educación ambiental y cultura del riesgo.
Aceptar el riesgo, adaptarnos al río, convivir con crecidas e inundaciones, sin
falsa seguridad. No hay una adecuada percepción ni una cultura del riesgo, ni
en las administraciones ni en la ciudadanía ni en los medios de comunicación. Educar
sobre la complejidad del río
y los beneficios de las crecidas y alertar sobre las falsas soluciones. Conscientes
del riesgo sin echar la culpa al río o a los demás. Asumir que el río es un sistema complejo que no podemos controlar
del todo.
-Campañas y programas de capacitación
social, informativos, educativos y de participación para trabajar en las
soluciones: población local, científicos y técnicos.
-Educar y formar en los principios de
gestión del riesgo: integración, adaptación, mitigación, prudencia o
precaución, durabilidad, resiliencia y responsabilidad compartida.
-Mayor seguimiento del río: más aforos,
más piezómetros, más LIDAR y batimetrías, aplicación de modelos, protocolos de
campo, seguimiento científico, etc. La hidrología de crecidas es muy inexacta,
hay que actuar con prudencia sobre la incertidumbre.
-Cambiar el sistema de defensa. No poner
más parches. No hacer obras de emergencia nefastas y contraproducentes.
-No dragar. Por motivos de eficiencia,
económicos y ambientales. No dañar el río, será contraproducente. Es una medida
inviable para un río como el Ebro. Gusta porque es rápido y visible, pero no
soluciona las causas ni se piensa en las consecuencias.
-Adecuar todas las infraestructuras a la
inundación. Ejemplo: terraplenes de puentes.
-Mantener y
reforzar la protección de los núcleos de población y expandir el espacio inundable aguas
arriba y enfrente. Las defensas en lo que hay que defender, no en el río.
-Dar más
espacio al río (Territorio
Fluvial / Dominio Público Hidráulico Probable / Zona de Flujo Preferente)
echando las motas atrás o eliminándolas, fomentando permutas de terreno, cambios en usos del suelo, por ejemplo
el cultivo de chopos para los espacios inundables no defendidos, o introducir
ganado en los sotos para controlar el sotobosque.
-Prevención
con seguros, fomentando éstos y ayudando a financiarlos.
-Incentivar y premiar buenas prácticas de prevención y
adaptación.
Muy cerca de la Alfranca, en la huerta de Movera hay un panel explicativo informando de que esas tierras se roturaron por primera vez en los años 80 del siglo pasado, como quien dice hace cuatro días. Expansión dice que ocupó terrenos inundables, ricos y muy fértiles para cultivar. El texto señala que eso conlleva un riesgo, y es que el río inunde los campos en períodos de grandes avenidas. También señala que el camino donde estás discurre sobre una mota que se levantó como muro de defensa. Esas fincas quedaron bajo las aguas muchos días durante la crecida de este invierno y espero que las gentes de movera, los agricultores, hayan sabido comprender que eso puede ocurrir cada equis años, estoy seguro de que ahora en pleno mes de mayo estarán lucirán el verde de una buena y próxima cosecha que de seguro será mejor que el año anterior. Otra cosa son los daños en acequias que la administración, aseguradoras y los propios afectados deberían resolver a partes iguales. Un saludo y mi reconocimiento a los que con valentía ante políticos y alarmistas interesados, defendéis la ciencia y la naturaleza, demostrando que son una misma cosa.
ResponderEliminar