La ausencia de crecidas importantes a lo largo de 2014 ha debido de dejar importantes remanentes presupuestarios, de manera que en los dos últimos meses del año se han multiplicado en todo el país las actuaciones destructivas contra cauces fluviales: dragados, limpiezas, canalizaciones, defensas. Son centenares de obras, en su inmensa mayoría injustificadas, que estabilizan hiriendo de muerte a nuestros ya enfermos ríos, cada vez más alejados del buen estado ecológico que era exigencia europea para 2015. Llegamos ya a ese año clave y nuestros ríos están mucho peor que cuando se promulgó la directiva.
Como ejemplo de actuación nefasta, la de la foto: el río Pradija en Fuenmayor (La Rioja). ¿Cómo se puede hacer esto con un río? ¿Qué imagen damos a la ciudadanía de lo que es un río? Por cierto, en mi tierra, La Rioja, la destrucción reciente de tramos fluviales es demoledora. Pobres ríos riojanos.
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