domingo, 1 de noviembre de 2020

RÍO MIJARES: ¡¡¡ DERRIBO DE LA PRESA DE TORANES YA !!!

No hay nada más dañino para un río que una presa y su embalse. Por eso la medida de restauración fluvial más implantada en todo el mundo es el derribo de presas caducadas y obsoletas. En España ya se han superado con creces las 200 presas demolidas.

El Mijares en su tramo aragonés es un río precioso con enormes valores ecológicos y paisajísticos (puedes consultar este informe que realizamos en 2018). Pero también tiene problemas, destacando entre ellos la existencia de la presa de los Toranes, que altera la hidromorfología fluvial localmente y aguas abajo.


Construida en 1954, con 17 m de altura y 30 m de anchura de coronación, generando una superficie del vaso de unas 8 hectáreas. En 2018 caducó su concesión a nombre de Iberdrola y tres particulares. Desde varios ámbitos se planteó su demolición, que fue aprobada por la Confederación Hidrográfica del Júcar y por la Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. A raíz de ello surgieron en el valle voces a favor y en contra de la demolición, en una polémica que continúa.

Defender un embalse dañino en el propio territorio afectado es surrealista y refleja un profundo desconocimiento fluvial. Lógicamente el embalse se defiende para unos pocos intereses particulares, para los que existen alternativas sencillas y sostenibles (abastecimiento de huertas, limpieza de lodos acumulados en el embalse). Destacar también el papel de los medios, como el Diario de Teruel, que ha dado voz de forma continua a quienes defienden la conservación del embalse y sin embargo se ha negado a publicar las notas de prensa a favor del derribo emitidas desde el CIREF. Es un clásico en nuestro país que se tome partido en los medios a favor de negocios particulares y no del bien común, lo estamos viendo con la pandemia.

Los efectos medioambientales, es decir, para todas las personas, para el conjunto de la sociedad, del derribo de este obstáculo serán enormemente positivos. La mejora ambiental del río Mijares será también indiscutible con dicho derribo. La demolición no contará con efectos negativos, sino que mejorará claramente la salud del río, la continuidad y todo el funcionamiento fluvial, aportando beneficios a toda la población del valle del Mijares aguas abajo e incrementando el valor del gran bien común ambiental y cultural de este valle: el río. 

Desde aquí exigimos que se proceda con urgencia al derribo de esta infraestructura obsoleta.

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