jueves, 17 de septiembre de 2020

DESTRUCCIÓN DEL CAUCE DEL RÍO OSIA PARA LA REPARACIÓN DE UNA CARRETERA

Una nueva chapuza destructiva que debemos denunciar con urgencia. Se ha destruido el cauce del Osia en varios centenares de metros de forma totalmente exagerada e injustificada, tal como puede observarse en las siguientes fotografías realizadas hace unos días por Juan Mérida.








Los hechos

Como consecuencia de las lluvias y de la crecida del río Osia en diciembre de 2019, se descalzó la escollera de protección de la carretera A-2605 y se abrió una grieta en el piso de la misma en unas decenas de metros, lo que obligó a restringir la circulación en un carril. En conjunto, el área afectada no alcanza el centenar de metros y se localiza en una curva entre los km 2 y 3 (actualmente km 38,25), donde confluye el barranco Bartobal y en las proximidades de la borda de Artal (T.M. de Aragüés del Puerto).

 


La curva afectada y el descalce registrado. Fotos en Pirinews (https://www.pirinews.es/urgen-la-reparacion-de-la-a-2605-de-acceso-a-aragues-del-puerto-y-jasa/)

 


 


En febrero de 2020 el departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón solicitó a la CHE autorización para actuar como “obras de conservación”. La CHE pidió en mayo un informe al INAGA, que todavía no ha sido emitido. Sin embargo, las obras se iniciaron en verano y se han concluido en septiembre de 2020 sin contar con todos los trámites administrativos.

 

A primeros de mayo el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda anunciaba que se iba a intervenir "de manera inmediata" con un importe de 340.000 euros (Heraldo de Aragón, 06/05/2020). Precisó que los trabajos afectarían a cien metros y servirían para reconstruir el terraplén, consolidar el talud, restituir la plataforma de carretera perdida y reconstruir el ancho de la calzada, con una duración total de cinco meses y ejecutadas por la empresa Santiago Angulo Altemir, S.L.

 

En septiembre de 2020 la Dirección General de Carreteras ha explicado que las obras, ya realizadas, han consistido en la “retirada del material aportado por la crecida del río, saneado del talud, consolidación y colocación de una escollera hormigonada”, además de otras en el propio firme de la carretera, y que además “se ha reconstruido un espigón para mantener la corriente hidráulica y preservar el área recreativa Soto Juan Gil” (Jacetania Express, 16/09/2020).

Las consecuencias

En septiembre de 2020 hemos observado que las actuaciones han destruido totalmente el cauce natural del río Osia en un tramo muy superior al afectado y han ido mucho más allá de lo hasta aquí expuesto. Se han realizado sin las autorizaciones pertinentes y sin establecer ningún tipo de restricción o cuidado ambiental y, al parecer, todos los materiales, y más que los necesarios, se han obtenido del cauce activo del río, destruyendo totalmente su geomorfología natural en varios centenares de metros, como se observa en las fotografías. 


Desde varios colectivos medioambientales y fluviales vamos a denunciar esta actuación y vamos a exigir responsabilidades, tanto por acción (Dirección General de Carreteras) como por omisión (INAGA, CHE). 


Una vez más se ha constatado el desprecio por la geomorfología fluvial, la desprotección de la geodiversidad, la falta de respeto por la dinámica del río y la ausencia total de adaptación al medio natural en las soluciones adoptadas.


El río Osia ya había sido dañado en años anteriores por diversas actuaciones de mejora de esta carretera, cuyo trazado en varios tramos no se adapta adecuadamente a las condiciones del terreno en el fondo de valle por el que circula. Pero la presente actuación supera todos los límites y requiere una contestación clara y contundente para que se corrijan los daños generados en el río y no se vuelva a repetir en el futuro una acción similar.


Hay que tener en cuenta que este río fue planteado en toda su longitud como Reserva Fluvial en el borrador del PH de 2013, dado el gran valor del mismo, y constituye una única masa de agua que en la mayor parte de su recorrido cuenta con figuras de protección.


Exigencia de responsabilidades y de restauración


Desde este blog solicito que se reconozcan públicamente los errores cometidos al destruir un cauce de forma desproporcionada y salvaje, explicando a la sociedad por qué no se debería volver a actuar así y asegurando que no se volverá a hacer. Es fundamental la pedagogía contra este tipo de acciones de impacto ambiental injustificado. La sociedad no puede seguir acostumbrándose a estas malas prácticas.


También demando que se restaure con la máxima urgencia y con rigor científico-técnico (apoyado en estudios previos y proyecto) el cauce del río Osia. Esta restauración deberá suponer la devolución de sedimentos al cauce para evitar futuros procesos de incisión, además de la adecuada reconstrucción de las morfologías naturales del cauce que existían antes de la actuación.



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