jueves, 24 de septiembre de 2020

SEGUIMOS CON EL DESTROZO DEL OSIA: EL SOTO JUAN GIL

Apenas se ha mencionado en las noticias, pero esta actuación, realizada a la vez que la reparación de la carretera, es aún más grave en su ejecución y más dañina para el río Osia. El Soto Juan Gil es un área recreativa con asador y mesas localizada, como su propio nombre indica, en la ribera inundable del Osia. Desconozco por qué la dirección de carreteras además de reparar la A-2605 ha actuado en esta área recreativa. Posiblemente la razón sea que el cauce que la afecta y han rellenado chocaba frontalmente contra la curva de la carretera. Pero un muro en esta habría sido suficiente (se ha colocado una escollera). El conjunto de acciones realizadas son extrañas, serán ineficaces y muestran una falta de conocimiento del funcionamiento fluvial muy preocupante. No he tenido acceso al proyecto. Todo lo expuesto está basado en observaciones de campo.

En este esquema sobre ortofoto se observan todas las actuaciones realizadas.


-Se ha excavado el cauce activo a lo largo de 700 m, aplanándolo y extrayendo una gran cantidad de material sedimentario, destruyendo todas las morfologías superficiales y rompiendo la coraza. Ello está provocando ya, en los primeros días tras la actuación, un observable inicio de erosión remontante, que irá afectando progresivamente al fondo del lecho hacia aguas arriba (flecha morada).

-Se ha levantado un dique de defensa de al menos 3 m de altura, con refuerzo de escollera en varios tramos, bordeando la margen derecha de dicho cauce. Con ello se reduce considerablemente la sección efectiva del cauce, por lo que las próximas crecidas circularán con gran velocidad y energía, pudiendo destruir la propia defensa en algún punto. Pero, sobre todo, va a resultar muy peligroso el punto en el que termina la zona de actuación, en el que el río podrá desbordarse, afectando a un tramo de carretera especialmente bajo topográficamente.

-Con parte de los materiales extraídos se ha rellenado un cauce activo de 300 m de longitud que era el principal entre 2015 y 2020 y secundario o principal anteriormente (ver fotos aéreas más abajo). El relleno supera los 2,5 m e incluso el nivel topográfico del "soto", como puede observarse en la fotografía inferior. Con esta acción se destruye una vía fundamental de evacuación del agua en crecida.

-Se ha rellenado un segundo cauce aguas abajo de la curva de la carretera, sobreelevando el terreno de forma similar a la del cauce rellenado 1. Esta actuación generará importantes consecuencias negativas en el punto de salida del tramo intervenido.

En suma, todas las actuaciones son muy negativas, destruyen la geomorfología fluvial e incrementan la peligrosidad y el riesgo en vez de reducirlo. En especial la simplificación de un cauce extenso y trenzado en un cauce estrecho y simple es una notable irresponsabilidad, por la destrucción de una tipología fluvial que se encuentra en peligro de extinción en toda Europa, por el incremento de la peligrosidad que origina y por los procesos de incisión y erosión remontante que desencadenará en los próximos años. Es imprescindible destruir las actuaciones realizadas y reconstruir la geomorfología previa del cauce en toda su complejidad.

Cauce rellenado 1


Foto aérea de 1956. El cauce rellenado 1 es muy activo y más sinuoso que el actual.


Foto aérea de 2001. El cauce rellenado 1 es claramente secundario y parece haber perdido bastante actividad.


Foto aérea de 2006. El cauce rellenado 1 sigue siendo un cauce secundario poco activo aunque parece más activo que en 2001 por alguna crecida.


Imagen aérea de 2015. El cauce rellenado 1 es secundario y está seco en aguas bajas. Presenta un nivel de actividad similar al de 2006. Los sedimentos parecen renovados por la crecida de octubre de 2012.

Imagen aérea de 2018. El cauce rellenado 1 es principal y rectilíneo, posiblemente desde algún evento extremo entre 2015 y 2018.

Imagen aérea de 2019, anterior a la crecida de diciembre. El cauce rellenado 1 sigue siendo el principal en aguas bajas, con una fisonomía idéntica al año anterior

Parte final de cauce rellenado 1


Cauce rellenado 2

Defensa

Panorama de la parte de aguas arriba de la actuación

Arranque del cauce rellenado 1

Arranque de la actuación y punto donde se inicia e irá avanzando la erosión remontante

Para colmo, aguas abajo de las actuaciones se ha dejado un depósito de materiales extraídos sobrantes de unos 1.500 m3 preparados para ser recogidos. Habría que devolverlos al río en las obras de restauración necesarias.




jueves, 17 de septiembre de 2020

DESTRUCCIÓN DEL CAUCE DEL RÍO OSIA PARA LA REPARACIÓN DE UNA CARRETERA

Una nueva chapuza destructiva que debemos denunciar con urgencia. Se ha destruido el cauce del Osia en varios centenares de metros de forma totalmente exagerada e injustificada, tal como puede observarse en las siguientes fotografías realizadas hace unos días por Juan Mérida.








Los hechos

Como consecuencia de las lluvias y de la crecida del río Osia en diciembre de 2019, se descalzó la escollera de protección de la carretera A-2605 y se abrió una grieta en el piso de la misma en unas decenas de metros, lo que obligó a restringir la circulación en un carril. En conjunto, el área afectada no alcanza el centenar de metros y se localiza en una curva entre los km 2 y 3 (actualmente km 38,25), donde confluye el barranco Bartobal y en las proximidades de la borda de Artal (T.M. de Aragüés del Puerto).

 


La curva afectada y el descalce registrado. Fotos en Pirinews (https://www.pirinews.es/urgen-la-reparacion-de-la-a-2605-de-acceso-a-aragues-del-puerto-y-jasa/)

 


 


En febrero de 2020 el departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón solicitó a la CHE autorización para actuar como “obras de conservación”. La CHE pidió en mayo un informe al INAGA, que todavía no ha sido emitido. Sin embargo, las obras se iniciaron en verano y se han concluido en septiembre de 2020 sin contar con todos los trámites administrativos.

 

A primeros de mayo el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda anunciaba que se iba a intervenir "de manera inmediata" con un importe de 340.000 euros (Heraldo de Aragón, 06/05/2020). Precisó que los trabajos afectarían a cien metros y servirían para reconstruir el terraplén, consolidar el talud, restituir la plataforma de carretera perdida y reconstruir el ancho de la calzada, con una duración total de cinco meses y ejecutadas por la empresa Santiago Angulo Altemir, S.L.

 

En septiembre de 2020 la Dirección General de Carreteras ha explicado que las obras, ya realizadas, han consistido en la “retirada del material aportado por la crecida del río, saneado del talud, consolidación y colocación de una escollera hormigonada”, además de otras en el propio firme de la carretera, y que además “se ha reconstruido un espigón para mantener la corriente hidráulica y preservar el área recreativa Soto Juan Gil” (Jacetania Express, 16/09/2020).

Las consecuencias

En septiembre de 2020 hemos observado que las actuaciones han destruido totalmente el cauce natural del río Osia en un tramo muy superior al afectado y han ido mucho más allá de lo hasta aquí expuesto. Se han realizado sin las autorizaciones pertinentes y sin establecer ningún tipo de restricción o cuidado ambiental y, al parecer, todos los materiales, y más que los necesarios, se han obtenido del cauce activo del río, destruyendo totalmente su geomorfología natural en varios centenares de metros, como se observa en las fotografías. 


Desde varios colectivos medioambientales y fluviales vamos a denunciar esta actuación y vamos a exigir responsabilidades, tanto por acción (Dirección General de Carreteras) como por omisión (INAGA, CHE). 


Una vez más se ha constatado el desprecio por la geomorfología fluvial, la desprotección de la geodiversidad, la falta de respeto por la dinámica del río y la ausencia total de adaptación al medio natural en las soluciones adoptadas.


El río Osia ya había sido dañado en años anteriores por diversas actuaciones de mejora de esta carretera, cuyo trazado en varios tramos no se adapta adecuadamente a las condiciones del terreno en el fondo de valle por el que circula. Pero la presente actuación supera todos los límites y requiere una contestación clara y contundente para que se corrijan los daños generados en el río y no se vuelva a repetir en el futuro una acción similar.


Hay que tener en cuenta que este río fue planteado en toda su longitud como Reserva Fluvial en el borrador del PH de 2013, dado el gran valor del mismo, y constituye una única masa de agua que en la mayor parte de su recorrido cuenta con figuras de protección.


Exigencia de responsabilidades y de restauración


Desde este blog solicito que se reconozcan públicamente los errores cometidos al destruir un cauce de forma desproporcionada y salvaje, explicando a la sociedad por qué no se debería volver a actuar así y asegurando que no se volverá a hacer. Es fundamental la pedagogía contra este tipo de acciones de impacto ambiental injustificado. La sociedad no puede seguir acostumbrándose a estas malas prácticas.


También demando que se restaure con la máxima urgencia y con rigor científico-técnico (apoyado en estudios previos y proyecto) el cauce del río Osia. Esta restauración deberá suponer la devolución de sedimentos al cauce para evitar futuros procesos de incisión, además de la adecuada reconstrucción de las morfologías naturales del cauce que existían antes de la actuación.